Así lo sostuvo el Informe Amazonia Viva presentado por la organización WWF. En este advierte que pese a que el 17 % de la selva ha sido destruida, grandes áreas se mantienen en buenas condiciones. No obstante, la Amazonia sigue cambiando de manera acelerada.
Por ejemplo, la producción agrícola a gran escala y la ganadería, impulsadas por las exportaciones a China, son la causa principal de la deforestación y la pérdida de hábitat natural. Además, cultivos como la palma de aceite, por ejemplo, están creciendo en la región más que cualquier otro.
A parte de ser el bosque más grande del mundo (6,7 millones de km2), la Amazonia también es el mayor sistema de agua dulce del planeta, y envía unos 7 mil millones de toneladas de agua anuales a la atmósfera. Sumado a esto, cuenta con 1.000.000 km2 de humedales y es el 17% del agua dulce mundial.
Ese sistema fluvial más extenso del mundo le ha significado desarrollos como las represas hidroeléctricas que también le están pasando cuenta de cobro.De acuerdo con el informe, en este momento avanzan más de 250 proyectos de construcción de nuevas represas, que si salen adelante, dejarían sólo tres ríos sin represar y alterarían gravemente la hidrología de todo el bioma, con efectos catastróficos sobre especies de peces migratorios de la cuenca amazónica.
Otra de las grandes amenazas sigue siendo la minería. Según WWF ya hay 800 permisos entregados para la explotación minera en áreas protegidas. También, hay en este momento 6.800 solicitudes en proceso de revisión que evidencian la magnitud de esta amenaza en la zona.
Por último, como aseguró el informe, más de 20 proyectos de construcción de vías están en marcha, lo que puede generar una pérdida acelerada de bosques y alterar el ecosistema.
