El papa y los líderes de la Iglesia ortodoxa griega han unido hoy sus voces para reclamar al mundo que asuma la responsabilidad y ayude a los millones de refugiados que han huido de sus países y se han encontrado en Europa con barreras y pasividad por parte de los líderes políticos.
Francisco ha querido predicar con el ejemplo y tras una breve pero intensa visita a la isla de Lesbos, puerta de entrada y al mismo tiempo destino final para la mayoría de los refugiados en su éxodo hacia Europa, se ha llevado consigo en el avión papal a doce sirios de religión musulmana, la mitad de ellas menores de edad, según indicó el portavoz vaticano, Federico Lombardi.

